Con la caída de los dos gigantes, un buen puñado de nuevas formaciones se ha abierto hueco en el panorama europeo. Izquierda Unida ha ganado cinco parlamentarios, los mismos que ha sumado Podemos en sus primeras elecciones. También ha irrumpido con fuerza Ciudadanos, ha mejorado sus anteriores resultados UPyD y hasta ha sacado escaño la formación verde Primavera Europea.
La noticia ha sido recibida de manera positiva entre la ciudadanía. Del mismo modo que se abre un nuevo elenco de políticos que aglutina más ideas y propuestas, las votaciones pueden haber servido como un toque de atención a los dos partidos mayoritarios, que desde 2011 cumplen a rajatabla el libreto del drama teatral "cómo cagarla con la crisis".